4 beneficios de los rituales en Luna Nueva
Las Lunas Nuevas, son un portal de inicio y fecundidad. El Sol, principio masculino, y la Luna, principio femenino, se unen en el mismo punto.
En qué nos podría ayudar o beneficiar incluir en nuestras vidas un ritual durante este momento del mes:
Podemos aprovechar este momento semilla para dar comienzo a un ciclo de manifestación de nuestros sueños e intenciones, que dará los primeros frutos, 6 meses después, durante la Luna Llena en el mismo signo.
La teoría fractal nos dice que todas las formas de la naturaleza contienen patrones interminables. Entonces, podría ser, que si influimos en el inicio de un ciclo, estaríamos influyendo en todas las partes del mismo.
Por ello, el día de Luna Nueva, nuestros deseos, emociones y sueños tienen el potencial de crecer en sintonía con lo que vibremos ese día.
Si no tenemos claras nuestras intenciones, estar presentes, con gratitud, conciencia y en vibración amorosa, nos puede dibujar un camino con esas características para los siguientes 6 meses.
La astrología es un lenguaje sagrado que nos describe la vida, sus ciclos y la calidad de las energías presentes, con matices que van más allá de lo que somos capaces de captar con nuestras mentes.
Cada signo nos habla de una calidad de energía.
Sintonizar con cada una de estas energías, nos abre la manera de percibir y de comprender la vida.
El Sol, se mueve, cada mes, a través de un signo.Tod@s podemos captar las energías de este signo independientemente de nuestra carta astral o el signo solar con el que nos identificamos.
Por eso, prestar atención al mes astral en que estamos, es una oportunidad para sintonizar con temas de nuestras vidas que tienen que ver con esa energía.
Así, durante el ciclo anual, tendremos 12 oportunidades de conectar con distintas áreas de nuestra vidas.
Cada Luna Nueva ocurre en un signo distinto, por lo tanto, tenemos la posibilidad, cada mes, de conectar con una energía distinta y dar un inicio a diferentes áreas de la vida.
Sintonizar con los ritmos naturales de la vida:
Soltar el reloj humano de vez en cuando, ampliará definitivamente nuestra capacidad de percepción.
La actividad de nuestra psique no sólo incluye las actividades mentales, evaluaciones, pensamiento y conceptos. También necesitamos dar espacio a nuestra intuición, a lo simbólico, y a la capacidad que tenemos de experimentar el asombro.
Estamos sumidos en una sociedad que nos hace estar demasiado pendientes de tareas que se centran en una sola parte de nuestra psique, que nos abren capacidades mentales, pero que nos desconectan de nuestra naturaleza animal e intuitiva.
Contemplar los movimientos del cielo, tal como lo hicieron nuestros ancestros, nos puede devolver esa dirección interior y cultivar nuestra espiritualidad, entendiendo espiritualidad, como un un proceso que nos posibilita reconocernos parte de un todo que está más allá de la capacidad de nuestra mirada mental.
Crear una estructura para nuestra espiritualidad:
Amamos la libertad, vivimos en una era en que queremos ser libres espiritualmente. Sin embargo, esa libertad, a veces nos aleja de la perseverancia que requiere el cultivo de nuestro mundo interno.
La relación con nuestro espíritu y nuestro mundo simbólico, necesita de rutinas, porque es fácil que el mundo externo nos separe de reconocer lo infinitos y al mismo tiempo concretos que somos.
Seguir los ritmos de la Luna y hacer nuestros rituales de conexión, pueden ser un camino para dar estructura y perseverancia a nuestras prácticas espirituales.