Sol en Piscis

Místicismo. Sueños. Cosmos. Océano.Espiritualidad. Evasión.Indecisión. Compasión. Sacrificio. Creatividad. Empatía. Idealista. Música. Arte. Poesía. Imaginación. Caos. Fe. Sensibilidad. Unidad. Gestación.
Piscis tiene dos planetas regentes, Júpiter y Neptuno. Júpiter le entrega el misticismo y Neptuno el mar y todo lo que se encuentra en sus profundidades: los sueños, la fantasía, las ilusiones, lo artístico, la espiritualidad.
Piscis es el signo que las palabras no pueden describir porque no existe un lenguaje terreno para esto. Con Piscis sentimos.
Es en este signo de agua en donde la conexión con las emociones nos conecta con nuestro ser interior, nos ayuda a reconocernos como una gota dentro del gran océano.
En las aguas de Piscis podemos alcanzar el anhelo más profundo de nuestros seres: la disolución.
Esta disolución se parece a lo que podemos experimentar al entregarnos a la meditación, a la música, al baile, a la contemplación…, a esas actividades en donde la mente se relaja y nos entregamos al flujo inexplicable de energías superiores.
También nos habla de la evasión, del dolor profundo de estar ‘sometidos’ al día a día, el dolor de estar encarnados en este cuerpo. Por eso se relaciona con las adicciones o las burbujas que inventamos para ‘no’ estar presentes, porque el dolor de estar aquí nos atormenta tanto que buscamos maneras de evitarlo.
Por ello Virgo al otro lado de este eje nos recuerda la importancia del trabajo diario, de nuestras rutinas, de darle atención a nuestro cuerpo, porque cuando nuestras necesidades están cubiertas podemos abrirnos a la conciencia universal.
Piscis es volver a ser un@ con el todo, anhelo que tiene que ver con la muerte y al mismo tiempo con el regreso a casa. Es un final que habla de un inicio, porque en las aguas del océano es donde se gesta la vida.
Y con Piscis llegamos al final del ciclo solar. Es el último signo de la rueda zodiacal. Con esta disolución, después del año transitado, necesitamos espacios de paz para que la serenidad nos llene y podamos continuar con lo nuevo que se abre.
La renovación nos llega como un chorro de agua fría que nos refresca y nos resetea para gestar un nuevo viaje.